Lo que puede venir tras el plebiscito catalán
Ese aún no lo tienen. Convencidos, como están, de que esa
amalgama de a la República Popular de su santa casa. Algo
poco probable porque los catalanes suelen votar a partidos nacionalistas, y no
a los nacionales como lo son el PSC, el PP y Ciudadans, que no están en su liga
soberanista que aún no sabemos cómo se va a llamar.
Pero supongamos que ganan y obtienen más de los 68 escaños
que limitan la mayoría absoluta, algo más probable. Supongamos que consideran
su triunfo como un refrendo a la soberanía catalana y, unos meses después,
proceden al descuelgue y a la unilateral declaración de independencia, que es
por donde todo hace pensar que irán los acontecimientos. Pasará que según
palabras de Mariano, “no tendrán independencia. Ni se saldrán de España, ni de
Europa”. En cuyo caso, ¡menudo otoño e invierno nos esperan! El gobierno
central dirá que no, lo mismo que el Constitucional y el resto de las
autonomías. ¡Vaya marrón! Que, ¿cómo lo evitarán? ¿Procederán a detener y
procesar a los instigadores por rebelión, secesión y por no dejar de tocarnos
las bolas?; ¿declararán la ley marcial, el estado de excepción o de guerra y
mandarán al ejército, la menetérica y los Hombres de Harrelson para que no se
les mueva la barretina?, o ¿les embargarán la Sagrada Familia, la Diagonal y el
Nou Camp, constituyendo un fondo fiduciario residenciado en Vega del Farfullo?
Rajoy lo ha dicho clarito y con toda rotundidad. ¡NO! Y, ante esa determinación
que tienen clara desde hace tiempo, ¿tienen previsto un Plan “B” para que no se
les caiga el pelo?
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