El Consejo General del Poder Judicial emitió un informe a principios de este mes que puede servir de base para la nueva Ley de Planta y Demarcación que está previsto sea tramitada en el Parlamento este próximo otoño. En este informe se sugiere la reducción y concentración de partidos judiciales a lo largo de la geografía española. De dieciocho que eran, a ocho que proponen en Asturias, y en lo que a nosotros concierne, la concentración en uno solo de los cuatro partidos judiciales de las Cuencas Mineras, esto es Lena, Mieres, Laviana y Langreo -que ahora son partidos judiciales históricos e independientes- quedarían en uno que algún lumbrera ha propuesto radicar en Mieres. La alarma ya ha cundido en el Nalón, y así las corporaciones langreana y lavianesa han decidido oponerse a tal medida. A esta oposición se han unido las otras tres corporaciones del Valle y la propia Mancomunidad de municipios, que de forma conjunta han hecho saber la preocupación de la comarca al Decano del Colegio de Abogados de Oviedo. Colectivos como la Asociación de Comerciantes del Valle del Nalón (ACOIVAN) y la Asociación de Comerciantes de Sama (ACOSA) han secundado la iniciativa. De igual forma, los profesionales del derecho, abogados y procuradores, han hecho lo propio, habiéndose reunido ya con alguno de nuestros representantes parlamentarios.
Y, ¿qué es lo que piensa Duke al respecto?
Allá, a principios de los ochenta, el Valle del Nalón disponía de un solo partido judicial, el de Laviana. Los más veteranos recordarán las idas y venidas, las esperas y el atasco de los asuntos en el Juzgado de 1ª Instancia e Instrucción poleso. Se hacía necesaria la creación de una segunda cabecera porque el grueso de los asuntos contenciosos provenía, evidentemente, del concejo más poblado e industrial, Langreo. Y así se hizo bien avanzada la década. Posteriormente, se crearon segundos juzgados en cada uno de los dos partidos y también un juzgado de lo penal. La cantidad de trabajo no era para menos. Había aumentado el número de profesionales como había aumentado también el número de justiciables que ejercitaban sus acciones civiles o penales. Y de esta manera llegamos al momento actual en que, a modo de ejemplo, desde hace algunos años se ha previsto la construcción de un Palacio de Justicia en la confluencia de las calles Alonso Nart y Nalona del distrito de Sama. Un edificio que acogería las distintas dependencias judiciales de Langreo, pero que ahora es un solar habilitado por el Ayuntamiento como aparcamiento temporal.
Pero han llegado los tiempos de vacas flacas y da toda la impresión que somos los nalonianos quienes pagaremos los platos rotos de la crisis. Se quiere acabar con la minería del carbón, el modus vivendi de esta población durante siglos, y para ello se suprimen las históricas ayudas a la extracción del mineral; como consecuencia de ello se dejan obras de infraestructura iniciadas y suspendidas sine die o sentenciadas al olvido (léase soterramiento de FEVE); en su virtud cierran empresas puntales en la comarca, otras se van (caso de Duro Felguera); se pretende acabar con sociedades que sirvieron para el impulso empresarial (SODECO), se liquidará la propia HUNOSA (al tiempo) y, en definitiva, el Valle del Nalón se está convirtiendo en un cementerio de elefantes.
Desconocemos el fundamento de esa propuesta del CGPJ de convertir cuatro partidos judiciales en uno, como no sea el económico, sin embargo se nos antoja una barbaridad la propuesta. No es justa ni oportuna. La justicia que imparten cuatro pretores no puede dejarse para uno solo. Si además la futurible nueva cabecera radicase en Mieres, se crearía un agravio comparativo incuestionable para con Langreo. Se dejaría aparcada la inversión prevista en el Palacio de Justicia y se perjudicaría de una forma muy notable a los profesionales. Y a los justiciables, que somos toda la población del Valle. Por si ya estuviéramos poco jodidos. Y dice Duke: ¿Por qué no ponen el Partido Judicial en el alto de Santo Emiliano?, en la confluencia de las dos comarcas. Así ni pa ti, ni pa mí. Pa los dos.
Todo junto, minería, fondos, desindustrialización, paro, tristeza… se nos hace insoportable. Esto es un expolio muy grave, y más tenebroso que el del Greco. Y no podemos quedarnos por un momento más de brazos cruzados. Algo tendremos que hacer. Deberán de moverse nuestros representantes políticos en los ayuntamientos, la Junta General del Principado y el Congreso de los Diputados, deberán de moverse los profesionales del derecho, de la medicina, del comercio y de todos los sectores económicos, deberá de moverse la población entera. Porque llegará un momento en que nos quitarán hasta el río. Nuestro Nalón.
No hay comentarios:
Publicar un comentario