El negro futuro de la Unión Europea
Pero, ¿qué locura es esta?, ¿hacia dónde nos dirigimos?, ¿a la devaluación del €uro o hacia su desaparición? Recortes a diestra y siniestra, ajustes en educación y en sanidad, restricciones por todos los lados, amenazas de intervención a las autonomías por no cumplir los equilibrios presupuestarios, subastas de valores públicos cada vez a más alto interés, despidos, más paro, cero inversiones, el gobierno que presiona a la banca para nuevas fusiones y les exige nuevas provisiones de capital para cubrir los activos sanos…, y la puñetera prima de riesgo que se dispara y nos pone al borde del colapso financiero. Eso es, entre otras cosas, lo que ocurre hoy. ¿Y mañana? La tijera funciona todos los días, continuamente. Hasta que llegue el momento de que no quede nada más que recortar. Sabemos que en Grecia ya no tienen dinero para afrontar los próximos pagos a sus funcionarios y pensionistas y que, para ello, ya solicitan nuevos créditos de la UE. De igual forma sabemos que ya ni en Alemania dan por segura una vuelta de los griegos al dracma, aunque sean los propios bancos alemanes quienes tienen más crédito con los helenos. También sabemos que una vuelta a la antigua moneda supondría un tremendo costo para Europa y, en consecuencia, quienes están ahora en la cuerda floja, Italia y España, sufrirían más que ningún otro país ese desastre financiero. Y, por último, nos consta que muy posiblemente seríamos nosotros y los trasalpinos quienes seguiríamos los pasos de los griegos, volviendo a la peseta y a la lira. Europa destruida, Maastricht a tomar por saco.
Eso mismo es lo previsto por el Premio Nobel de Economía Paul Krugman, que el pasado fin de semana ha pronosticado que Grecia abandonará el €uro en menos de un mes, lo que haría que el pánico cundiese en el resto de la Unión. Tras ese abandono, según el propio Krugman, tendrían lugar cuantiosas retiradas de fondos en los bancos españoles e italianos, lo que ocasionaría controles de transferencias monetarias al extranjero (sobre todo a Alemania) y una limitación a la retirada de dinero en efectivo. Otro corralito. Y ya hay quienes, echándose las manos a la cabeza y alarmados, proponen la retirada de sus depósitos bancarios antes de que pase un mes. Cuando ya no puedan hacerlo.
Y con estas negras previsiones, que comparten diarios prestigiosos y especializados como Financial Times y Der Spiegel, ¿qué es lo que los españoles podemos hacer, salvo encomendarnos a Santa Angela y San François? Esperar a los resultados de la reunión que esta tarde, que le doy a la tecla, mantienen en Berlín los máximos mandatarios Merkel y Holland. No nos queda otra porque de ellos dependemos. Se dice que la germana flexibilizará sus posturas intransigentes y templará sus exigencias de austeridad, en un brindis al nuevo Presidente Francés. También se da por seguro que los griegos no lograrán formar gobierno. Nunca Europa estuvo tan en el filo de la navaja.
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