No se confundan ustedes, no voy a hablarles de electricidad ni de nada que se le parezca porque, entre otras cosas, no tengo ni pajolera idea de eso de los voltios y los amperios. Resulta que el otru día fui a hacer una prueba un poco rara al hospital. Una electroneuromiografía -toma ya-. Ye una cosa que consiste en clavate agujes por t’ol cuerpo, hasta en la cocorota, y date descargues eléctiques pa ver cómo reaccionen los nervios y los músculos. Los médicos venlo en un monitor que va mostrándoyos los gráficos, mientras que tú tas allí tiráu con unos calambres de la virgen y medio acojonáu. Oyes al especialista, que ye un neurofisiólogo, que diz él, o ella, “tien impedancia”, o “no tien impedancia” y, claro, como no tienes ni puta idea de lo que ye eso, éntrate un canguelo de la madre que lo parió. La impedancia ye una magnitud que mide la resistencia de un circuito al paso de la corriente alterna y en esti casu, el míu, ye la resistencia de los músculos y los nervios míos cuando te electrocuten como si tuvieses en San Quintín. Menudos nombres que-i ponen a les coses. Pues, allí tumbáu, ocurrióseme pensar que lo que me taben haciendo pa saber como resistía mi sistema neuromuscular ye los mismo que nos están haciendo a los españoles desde Bruselas, soltanos unes descargues cada vez mayores pa saber cómo aguantamos. Pa ver si somos impedantes, vamos. A reducir el déficit, a hacer más ajustes…, a joder cada vez más al paciente. Y claro, una tras otra, calambrazu tras calambrazu, estamos ya que no oponemos resistencia al pasu de la corriente, de los ajustes, los impuestos y la de su madre. Tamos en un calambre permanente.
Aquí en Asturias pasa lo mismo. Desde el ministerio de Hacienda acaben de mandar una descarga al gobierno del Principado. Diz Montoro que, como sigamos en la indefinición y con la administración regional paralizada, va a interveninos, esto es poco menos que una declaración de incapacidad que supondría un tutelaje de la viruta asturiana por parte del Estado. ¡Casí na! Por si no fuera poco que nos quiten los fondos mineros, que quieran acabar con la minería del carbón y que nos manden cumplir con aquello del equilibrio presupuestario y la música en Pravia, ahora quieren manejar ellos los pocos mortadelos que-i queden a les arques autonómiques. Pa encima manden al Sporting a segunda. ¡Hay que jodese! Lógicamente al Presidente en funciones -no sabemos tovía por cuántu tiempu- entrói una impedancia del copón y dijo que iba a demandalos por mandái eses descargues pa desacreditalu y acalambralu, por si ya no lo estuviera poco. Y resístese como un jabato, con un par de impedancies, menudu ye él.
Al final, el resultado de esta prueba que nos mandan desde Europa y desde la capital del Reino solo va a depender de la corriente alterna de UPyD que viaja por los circuitos de izquierda y derecha como Pedro por su casa hasta que decida cuál de ellos opone menor resistencia. Y se quede allí, o desista de ambos. Cosas de la impedancia.
Imágenes de Google
La impedancia me la impone el "cachivache" con en el que trabajo para "impedirme" ver con claridad cómo funciona tu sistema neuromuscular. Tener mucha "impedancia", significa, tener poca calidad técnica....¡¡¡¡ Ahora lleva eso a BRUSELAS..
ResponderEliminarPero lo que sí es cierto, te advertí, y tú mismo comprobaste, es que a fuerza de calambrazos....la "tolerancia aumenta, y el umbral del dolor, disminuye". Ahora, sácale punta a eso.
Saludos de tu Neurofisióloga de Cabecera