El problema de las carnes
Tengo algunos amigos en esto de la medicina. Algunos con
especialidades rares, como eso de ser Diretora de salú de la OMS. Otros, sin
embargo, lo son en aparato digestivu, respiratoriu o del celebru de la
quijotera. Mira tú si el Dotor N., expertu en les coses del bandullu, no habrá
visto y operáo intestinos y colones en su vida profesional. Pues resulta que
vilu haz media hora y preguntome en que taba trabayando Duke, y como ustedes
habrán pensado cómo podía ser posible, con su gusto y olfato, que Duke se haya
sustraído a este tema, yo respondí con otra pregunta: “Oye, amigu, ¿a ti cómo
te va con eso del jamón y del chorizu?, ¿o tú cuídeste según les últimes normes
de esos que vos gobiernen en el mundo?”. Y, con media sonrisa y media -propia
de los de su profesión- me contestó que de vez en cuando le gustaba mucho dar
buena cuenta de una tabla de esas exquisiteces. “Mejor un tablón”, me dijo. La verdá
ye que no tenía tan a mano pa preguntaí a la Dotora N., porque ella anda por
ahí por to los países, en conferencies y tinglaos, pero acordeme que en alguno
d’esos eventos en que coincidimos no-í hacía ningún ascu a les tables del Dotor
N. Bueno, que eses partes de los gochinos, que los que saben d’esto califiquen
con una o más “J,s” (que suden tanto que parez que acaben de correr la maratón
de N.Y.), tan pa morise. Y los embutidos del mismu lao, o de otru -ésos que un
amigu míu llama “sindicalistas”-, ¿pa qué te voy contar, Marce? No tienen na
que ver con los políticos de hoy en día.
Evidentemente cuando a los ambos Dotores N. (pura
coincidencia) les agasajan con motivo de conferencias y congresos por esos
mundos de dios no les van a dar una lata de mejillones o una tapa de aceitunas,
que va. Las mejores delicias gastronómicas. Entre ellas las cinco Jotas de
Guijuelo y los más extraordinarios sindicalistas. Todo lo que no dan a Duke
cuando le invitan a eventos locales d’aquí. ¡Claro, Duke no ye un dotor de la
importancia de los N.! El mí amigu médicu terminó diciéndome que nunca encontró
un resto de esos productos cuando operaba una tripa, y que él disfrutaba más
interviniendo sobre una tabla d’eses que estamos hablando. Y, cuando nos
despedimos, quedé pensando que debo de tar haciendo un tumor chorizujamoneru de
la de su madre. Duke queda en fandango.