Tengo en recesión un brazu, un cadril, mediu hígado y el bandullu intestinal, y está a puntu de entrame en el resto de coses y órganos de la persona humana propia, hasta les neurones me van a entrar en recesión. Toy muy perjudicáu, muncho. Y voy a explicame. Cada seis meses hago una analítica completa, por aquello de don colesterol, doña glucosa y los señores triglicéridos y transaminasas, y la señora madre que los parió -trátolos de usté porque yos tengo muchu respeto-, y cuando haz dos meses fui a por los resultáos el médicu díjome que tenía que poneme a dieta. Que si cien gramos de esto, cincuenta de lo otro, una cuchará de aceite al día, na de azúcar, pan integral, infusiones de eses y la música en Pravia. ¡Ah!, y caminar como un descosíu. Una hora to los días y sin parase a hablar con la peña. Dijei yo, ¿y no puedo hacer la dieta Ducan esa que te quita quince o veinte kilos al mes?, así a lo bestia. Y el galeno me contestó que tenía que hacer un régimen equilibrado, pobre en grasas e hidratos y rica en no se qué histories. ¿Y que vas facer?, pues hacéi casu al médicu, que ye el que sabe d’esto. Y no ye que tuviese gordu, que va, taba rellenín, de buen ver. Así que, siguiendo las prescripciones facultativas, hace un mes me puse a ello y ya adelgacé la mitá del cuartu. Y nótolo la de dios: ando con una fame de la virgen.
Esto debe ser como lo de la crisis europea. La mayoría de los miembros de la UE taben jodíos y “Bruselas”, que ye el médicu, púsolos a dieta. Dijeron ellos, que había que reducir “el déficit” que, en esti casu, son los kilos de más. Y to los países pusiéronse como llocos a reducilu, pero resulta que debieron elegir una dieta equivocá porque no adelgacen un pijo y además anden afamiaos, como yo. Menos los alemanes. Los teutones ya lucen tipo. Claro, son los que manden y tienen enchufe de la UE. A mi parezme que tan haciéndolo mal porque tan empeñándose en el miembru más gordu que ye Grecia y no hay manera, cada día ta peor y van tener que amputaí algo. Lleva en la UCI más de dos años, con respiración asistida y les costantes vitales muy chungues, y con un peligru grave de irse al carajo. Al final la gravedá de esi miembru afecta al resto del cuerpo, como si fuese la metástasis esa. Ye lo mismo que si yo quiero bajar solo los kilos de la barriga. No pue ser, la dieta ye pa to los laos del cuerpo. Pa los brazos, la papada, los cadriles y el culo. Pa la cabeza no, como Alemania. Por eso decía el médicu que la dieta tien que ser equilibrá, que hay que rebajar sostenidamente por todos los miembros corporales y no solo en un sitiu.
Es lo que deberían de haber hecho hace tiempo desde la UE, aplicar las mismas medidas de reducción y ajuste en todos los países miembros. Con una única directriz y progresivamente, no en cortos y perentorios plazos que ahogan a la tropa y la sitúan cada vez ante perspectivas más desalentadoras. Los griegos lo saben bien, aunque nos parece que se han enterado tarde. Mientras tanto nosotros seguimos con nuestra dieta.
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