Ocupaciones reales y de la Realeza
Charlene Linette Wittstock, nacida en la antigua Rodesia (hoy Zimbabue) hace 35 años, exnadadora que, por esas cosas que tiene la vida, hace casi dos años se convirtió en Princesa de Mónaco -la Princesa Charlene, sin más, entre otros muchos títulos nobiliarios- nos sorprendió hace unos días diciendo que ahora, por fin, está preparada para la maternidad, Debe ser porque “el Otru” tién miéu que se-í pase el arroz y no pueda dejar un principín que herede los palacios, los casinos, los barcos y la caseta el perro que tién y que-í dejo so pá, porque, si no, ya me contarán a mí si no tuvo tiempu pa eso con los 55 añinos que tién, el probe Grimaldi esti. Diz también la Consorte que en adelante va a dedicase a hacer obres solidaries, como la hacía Grace, la suegra, con la Cruz Roja, y como lo haz Sofía y la Infanta Elena, y tantes otres muyeres de les Cases Reales, con les Asociaciones de Lucha contra el Cáncer y otres similares que dan muchu prestigiu y, de pasu, estrenen y salen, llenes del glamour esi, en les portades de les revistes que hay en la pelu. Porque cuando una no tién otra cosa que hacer, porque dán-ilo to fecho, dedícase a ser solidaria, boba. Eso sí, con les perres del pueblu.
No vayáis a creer que v
os cuento ninguna milonga, no. Vilo en el telediario, y mira tú que vemos poco la tele. Casi ná. Pero fue casual. Como casual resultó que el mismo día de esa noticia leamos en una red social la siguiente reflexión de un amigo langreano por casi todos conocido: “Me acerqué por el Ayuntamiento de Langreo para visitar a los encerrados de las contratas de Hunosa y comprobé que hemos perdido la sensibilidad y la solidaridad de la que tanto alardeamos y presumimos los ciudadanos de las cuencas durante tantos años, me vino a la memoria los encierros de los años setenta hasta los noventa y un encierro “fuese donde fuese” estaba todo el día controlado por un comité de los sindicatos , a los compañeros no les faltaba de nada, en esta ocasión tengo mis dudas, me dio la sensación de soledad. La verdad es que si para llegar al cierre de las explotaciones Mineras de Hunosa un año antes o después tenemos que pasar por esta agonía de la insensibilidad, de la falta de solidaridad, y de la perdida de la historia del movimiento obrero, tendrán los sindicatos que valorar si tanto sacrificio merece la pena.” (sic). Y ye que, hoy en día, como diz el mi amigu, ya no somos como los de antes que lo daben todo por ayudar al necesitáu. Somos más parecíos a la realeza: ¿Combièn, Monsieur?
os cuento ninguna milonga, no. Vilo en el telediario, y mira tú que vemos poco la tele. Casi ná. Pero fue casual. Como casual resultó que el mismo día de esa noticia leamos en una red social la siguiente reflexión de un amigo langreano por casi todos conocido: “Me acerqué por el Ayuntamiento de Langreo para visitar a los encerrados de las contratas de Hunosa y comprobé que hemos perdido la sensibilidad y la solidaridad de la que tanto alardeamos y presumimos los ciudadanos de las cuencas durante tantos años, me vino a la memoria los encierros de los años setenta hasta los noventa y un encierro “fuese donde fuese” estaba todo el día controlado por un comité de los sindicatos , a los compañeros no les faltaba de nada, en esta ocasión tengo mis dudas, me dio la sensación de soledad. La verdad es que si para llegar al cierre de las explotaciones Mineras de Hunosa un año antes o después tenemos que pasar por esta agonía de la insensibilidad, de la falta de solidaridad, y de la perdida de la historia del movimiento obrero, tendrán los sindicatos que valorar si tanto sacrificio merece la pena.” (sic). Y ye que, hoy en día, como diz el mi amigu, ya no somos como los de antes que lo daben todo por ayudar al necesitáu. Somos más parecíos a la realeza: ¿Combièn, Monsieur?
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