martes, 20 de marzo de 2012

POLVOS CONTADOS

Lo incierto de los próximos comicios en Asturias
Parece que el furor F.A.C. ha empezado a perder fuerza. Y no es de extrañar. Una región no puede gobernarse por un solo hombre acompañado de varios tecnócratas con poca o ninguna historia política que, a su vez, son sostenidos por un partido creado al efecto y formado por una amalgama de desencantados, desahuciados y disidentes que, teniendo poco o nada que hacer en el de procedencia, se pegan al nuevo para ver si pescan algo. En nuestro artículo del pasado 4 de febrero, “F.A.C., el efímero”, lo decíamos: “Asturias fue su cuna política y será su tumba definitiva”. Los últimos datos publicados hace pocos días por el Centro de Investigaciones Sociológicas acerca de la tendencia del voto en las próximas elecciones autonómicas vienen a confirmar este aserto: Foro perdería cinco o seis escaños, pasando de ser la primera fuerza política en el Principado a ser la tercera. Cifrado en diputados perdería casi un 40 %. Un desinfle total. Y es que estaba demasiado inflado. Con más un diputado que, según la citada encuesta, perdería el partido socialista se repartirían seis o siete escaños los dos partidos que quedan en la junta (IU y PP) y entraría UPyD como nueva fuerza. En resumen, las previsiones del trabajo anuncian una composición parlamentaria donde, de nuevo, serán necesarios los pactos para formar gobierno. ¿O es que alguien lo dudaba? Y pese a que quienes resultan perjudicados en estas encuestas siempre digan que no sirven de nada, al final, para su desgracia, los resultados electorales vienen a confirmar el acierto de la consulta y su escaso sesgo, como ocurrió en la última ocasión, aún no hace un año. Si estas previsiones se cumplen tendremos una composición parlamentaria aún más complicada que la anterior y serán necesarias grandes dosis de buena voluntad por parte de todos para sacar a esta región de este tremendo impasse en el que nos han situado unos y otros con la ayuda del resto, y no señalo a nadie porque todos han contribuido a lo que tenemos: paro, ruina y desesperanza.

Hablando de lo efímero de nuestras vidas, un viejo amigo me decía hace tiempo que todos nacemos con un cupo de “polvos”, de manera que cuando echamos el último salta el automático y se acabó lo que se daba. Evidentemente lo decía en sentido figurado para referirse a la caducidad de las cosas, a que todo tiene su fin, como decía aquella canción de los Módulos. En este sentido, el automático de nuestra Asturias del alma ya hace tiempo que ha saltado. Se agotaron todos los polvos, ahora toca pechar con los lodos que han dejado. Y para limpiarlos ya no sirve aquello de “y tú más” o eso de estos impondrán el “copago” y nosotros no y, en definitiva, estar permanentemente apuntando con el dedo al contrario acusándole de hacer o querer hacer lo mismo que tú vas a hacer si tocas el poder. Porque ya no se trata de ideologías ni de fulanismos, como alguien dijo recientemente, sino de gestionar la escasísima viruta de la que se dispone y de la aún más escasa de la que se dispondrá en el futuro. También tenemos los días contados, independientemente de los resultados que arrojen las urnas el próximo domingo.

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