domingo, 29 de mayo de 2016

FESTÍN MAÑANERO



Nueva constubre gastronómica
Brunch (Breakfast & Lunch)

Ya sabéis que los americanos madrugan más que nosotros, al menos que los españoles, y que suelen darse unos desayunos pantagruélicos a base de huevos con beicon, salchichas, puré de patatas, más todo lo que pinte, acompañado de café, zumos y, a veces, también de Cocacola. Lo que se dice ir para el curro bien desayunados. Es lo que se dice un verdadero Breakfast in America, aquel al que el expresidente Zapatero acudió allá por febrero de 2010 para celebrar el desayuno del día de Oración Nacional, donde dijo que “Nuestro gobierno es impulsor de una economía innovadora, europea y eficiente” para luego, con voz trémula y poco convencida, leer un pasaje del Deuteronomio diciéndoles a los allí presentes que “tenían que pagar a sus jornaleros antes de ponerse el sol” y quedarse tan pancho luego de que nadie prestara atención a su discurso.
Pues, a raíz de esto, resulta muy posible que haya sido el ínclito quien haya importado una costumbre que empieza a arraigar entre nosotros, “el Brunch”. Después de la Fiebre del sábado noche, cuando la tropa llega a casa a las cuatro o a las ocho de la mañana, casi siempre bastante perjudicada, la cosa consiste en una comida que se hace entre el desayuno y el almuerzo donde el menú es una mezcla de los elementos que se sirven en el breakfast y en el lunch. De ahí la palabreja. Aquí en Asturias patria querida ya hay restaurantes que son verdaderos expertos en “cebar” a la peña como si no hubieran comido en toda la semana. No les digo con qué, traten de imaginar una mesa dispuesta con todo tipo de manjares dulces y salados, y bebidas dulces y ácidas, ustedes ya me entienden. De manera que sólo con verlo ya toy fartucu. Pero, que conste, eso no lo inventaron los yanquis, ya lo hicimos nosotros hace muchos años con aquello de la merienda-cena (Merce). De manera que Duke se pregunta si estos del brunch cenarán después del festín mañanero.

lunes, 23 de mayo de 2016

FRANJA ESPACIAL



Nuevos mundos



Los americanos estos de la NASA localizaron hace unos días 21 nuevos mundos en la franja donde la vida es posible. Esto quiere decir que esos planetas, satélites o bombilles de bajo consumo, son sitios donde pués ir sin que quedes congeláu o te derritas, con móvil y to, na más asómate. Una franja aceptable donde no haz muchu frío ni calor, donde tendrá que haber agua al menos, y sidra si pue ser. No como la de Gaza donde sólo hay tiros y puñaláes. De momento tan localizáos los mundos y la franja, ahora queda por ver si van a mandar allí una sonda como la Philae que mandaron los de la Agencia Espacial Europea haz diez años pa investigar los confines del universo y queríen posala en el cometa 67P y saber de qué taba hechu. Pero, ¡ay amigu!, eso tien que ser muy caro porque si el localice ya tien que costar la de dios, lo del encuentre deber ser la de su madre. Gastar tantes perres pa que luego no te dejen entrar o que alguno d’esos mundos, o todos, ten llenos de yihadistas y, al final, haya unos follones del copón. Pa más lío. Como si aquí tuviéramos pocos.
Cada poco, o más bien continuamente, los científicos investigan y descubren nuevas cosas en el espacio y, a veces, no se dan cuenta que está repleto de chatarra que acaba por dañar algún satélite de observación o comunicación que pasaba por allí. Luego quedamos sin señal de tele. Porque, claro, tanto preocuparse de tecnologías nuevas pero a nadie se le ocurrió algo más sencillo como poner contenedores, por lo menos cada millón de años luz. Que son unos abandonáos. De manera que cuando aquí llevamos un montón de años buscando a Wally y cuando lu encontramos marcha pa otru lao, métese en otru berenjenal y hay que volver a buscalu, digo yo que podíen emplear esa viruta del investigue en acabar con el hambre y la miseria en el mundo nuestru. Total, para encontrarnos con más de lo mismo, mejor no ir.

viernes, 20 de mayo de 2016

CORBATAS Y BANDERAS



Cosa rara



Terminaba de salir con Duke cuando me encuentro con un vecino que siempre va como un pincel, es educado y cordial, y un gran rapaz, todo hay que decirlo. Lleva la bragueta abierta y por ella asoma tímidamente el pico de la corbata. Sin duda él también acaba de salir de casa. Don Fulanito, le digo, súbase la bragueta. Y el hombre, sonrojado, lo comprueba, introduce corbata, sube cremallera y me da las gracias sonriendo. Un descuido como todos tenemos a menudo. Ellas no. Las féminas siempre salen de casa impecables, faltaría más.
Hago esta breve introducción porque algo parecido les pasó a los del ayuntamiento de Langreo. En un balcón de la Casa Consistorial, según la miras a la derecha, ondea una bandera republicana, o asimilada, desde hace ya casi un mes. O no es tal cosa y a alguien se le derramó un tintero en la franja inferior. O, incluso, han querido dar a entender a la tropa que allí también mandan algo, o mucho, los chicos y chicas de Pablo Iglesias. Sea lo que fuere, y al igual que con el señor de la corbata, dije pa mí mismu “voy a avisar a los señores, y señoras, del ayuntamientu de que alguien yos colgó allí una cosa rara que no pue tar en un edificiu públicu y no se dieron cuenta d’ello. O ye que a lo mejor olvídáronse de quitala el pasáu 14 de abril que celebraron el advenimientu de la II República y anduvieron con el trajín de les banderes p’acá y p’allá”. Porque ye que además dejaron una igual, o parecía, pegá a un cristal de una de les ventanes de atrás. La verdá ye que extráñame que ninguno de los 21 concejales, ni de los dos mil y picu empleaos que tienen se haya dao cuenta d’ello y lo haya puesto en conocimiento de la autoridá competente que ye el Alcalde. Será que tienen mucho que trabayar y tovía nos yos dio tiempu a mirar p’arriba. Pues, antes de que pase por allí un inspetor de banderes, avísalos Duke pa que la cambien.

miércoles, 18 de mayo de 2016

RECORDAR A GARY COOPER



Ante el peligro

El día impronunciable de este mes se cumplen 55 años de la muerte de quien fue mi actor predilecto, del hombre que estuvo Solo ante el peligro, fue Policía montada del Canadá, El sargento York o un Inconquistable. Frank James Cooper (1901, Helena, Montana-1961 Beberly Hills, California) fue el actor que se afeitaba con un enorme cuchillo, del que se dijo que no sabía qué hacer con las manos y que fue el mejor jinete de todos los que por entonces hacían pelis de vaqueros. Actores como Gary Cooper pasaron a la leyenda del séptimo arte y cuando falleció mi mente infantil creyó que con su marcha se había acabado el western, que ya no habría nadie que se ocupara de pelear con los malos y ponerlos en su sitio. Por suerte aún nos quedaban John Wayne y James Stewart.
En aquella ciudad de la excelente película todos le dejaron solo para enfrentarse a los siniestros malhechores que llegaban en el tren de las 12 a.m. Hasta su flamante esposa, Grace Kelly le abandonó. La cosa estaba jodida y nadie permanecía en las calles cuando el tren llegó. Pasó lo mismo que hoy día en Sama cuando llega un sábado o un domingo por las tardes. Salgo con Duke y no se ve un alma en la ciudad. No hay niños que jueguen en el parque, nadie en la calle Dorado, en pleno centro. Talmente parece que en breve llegarán los malos. En esos momentos, recuerdo a Gary Cooper y su entereza afrontando la soledad. Luego, cuando el peligro pasó, arrojó su estrella de sheriff y se marchó de la ciudad. Dicen que el film es toda una parodia sobre la, por entonces, denominada “caza de brujas” del macartismo que fue una implacable persecución de las glorias de Hollywood por ser acusados de comunistas. Aquí ya no queda qué cazar, ni que pescar. Hasta las truchas se han ido del Nalón. Y como Gary Cooper estamos solos ante el peligro de la despoblación y de la más absoluta ruina. Sin pozos, sin fondos, y sin esperanza. 

sábado, 14 de mayo de 2016

HACIA EL LAICISMO


Oficinas contra las religiones


Al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios. Pero ahora el César, aunque se llame Wenceslao, quiere también lo de Dios. De manera que, para ello, van a poner una oficina municipal que persiga todo aquello que contenga símbolos religiosos, encontrarlos y retirarlos. Van a comprobar que todos los bienes de las distintas confesiones estén debidamente acreditados, es decir con su correspondiente escritura pública y la consiguiente inscripción registral, amén de temas catastrales y demás zarandajas, y si no pa ellos y, además, quieren promover  las celebraciones de tinte civil por delante de las de carácter religioso. Todo ello, y alguna cosilla más, van a pedírselo al Gobierno Central para, de esta forma, incorporarse a la Red de Municipios por el Estado Laico. Estas propuestas son las que hace el tripartito que gobierna, o no, en Oviedo, sugiriendo también que se juren los cargos públicos sobre la Constitución y no sobre la Biblia. Cuando tenemos  reciente cómo han jurado, prometido o dado su palabra de honor, cada uno de los diputados de Podemos en el Congreso, es decir como a cada uno le salió de los bemoles, ahora llegan y defienden una forma de promesa ante la Carta Magna. Si eso no es postureo, que me digan lo que es.
Que este asunto salga a la luz precisamente en los días posteriores  al horroroso incendio habido en la calle Uría, da mucho que pensar. Sobre manera cuando se dice que las bocas de riego no bombeaban el agua suficiente, porque las conducciones están obsoletas; cuando se habla de ciertas negligencias en las actuaciones de algún mando del equipo de municipal de bomberos y, en definitiva, cuando las explicaciones sobre una cuestión de tanta enjundia son las que deberían de primar, entre otros temas, llegan y pretenden poner una nube que cubra todo ello con una reivindicación extemporánea hacia el laicismo. ¡Oviedo, quién te vio y quién te ve!

martes, 10 de mayo de 2016

CADA DÍA QUE AMANECE



Nueve años de artículos
Amanecer sobre el Valle del Nalón

Tras algo más de nueve años de presencia en estas páginas y unos cuantos artículos más o menos afortunados vuelvo un día más en compañía de mi inseparable amigo con el único propósito de aportar nuestro granito de arena a la celebración de las dos décadas que por estos días cumple la edición de Cuencas que tienen en sus manos. Y, puesto a darle a la tecla, me viene a la memoria el viejo tango de Carlos Gardel: “Volver con la frente marchita las nieves del tiempo platearon mi sien. Sentir que es un soplo la vida, que veinte años no es nada, que febril la mirada errante en las sombras, te busca y te nombra…”, y con él los antiguos recuerdos de cuando mi entrañable amigo Jaminín Cantina, a la sazón decano de este diario, me paró un día en la calle, allá a principios de 2007, para proponerme colaborar con el periódico, algo que acepté de inmediato con el beneplácito de su director, Mario Antuña. Después de pelear horas con mis primeros artículos y tardar tiempo en escribirlos, apareció Duke con cuya impagable ayuda empezaron a hacerse más frecuentes porque, aunque no lo crean, mi Platerín me descubrió que en estas páginas podía hablar de todo, no sólo de crítica sociopolítica sino también de las cosas de la calle, de lo que acontece a nuestros vecinos, de las anécdotas del pasado y de los sueños del futuro. También me descubrió que no está mal que, de vez en cuando, nos expresemos en la lengua que utilizamos en las Cuencas, el asturiano de bar y de tertulia, siempre de buen humor y algunas veces también con mala leche. Comprobamos con ello, y a través del tiempo transcurrido, que siempre nos fue posible expresarnos con libertad, contemplando por supuesto la de los demás con respeto y corrección. Por eso, jamás en todos estos años desde la dirección del diario se pusieron trabas a mis escritos. Nunca se quitó ni se puso una coma, ni una palabra que hubiéramos mandado, algo que agradezco de corazón y me da ánimos para seguir en la brecha. De igual forma nos dimos cuenta de que habíamos entrado a formar parte de una gran familia, la de los empleados y colaboradores de LA NUEVA ESPAÑA en las Cuencas, de Luisma, Miguel Angel, Elena, Fernando, Mario… y de mis compañeros de pluma, Montoto, Ibáñez, Alonso-Vega, Cellino, Palacios, Barreal, Gancedo, y algunos más que me quedan en el tintero.
Nuestra colaboración ha servido también para irrumpir de una forma modesta en la vida sociocultural de esta Cuenca. Así, he tenido la suerte y el orgullo de ser invitado a pronunciar algún pregón en las Fiestas de alguna localidad langreana.  De igual forma desde aquí, junto a mi gran amigo César Alario, hemos organizado a lo largo de 2012 los Tribunales Populares, patrocinados por el periódico, donde intervinieron personalidades de todos los ámbitos sociales. Sindicalistas, políticos, escritores, deportistas y simples ciudadanos de a pie, todos bajo la autoridad y la batuta de Antón Saavedra que, con mano y mazo firme, moderó las cinco sesiones que se celebraron, con temas variados y de actualidad, como lo fueron los que trataron sobre los Fondos Mineros o el abandono de nuestro Valle del Nalón, entre otros, y de los que dio la debida cuenta LA NUEVA ESPAÑA.
“Vivir con el alma aferrada a un dulce recuerdo que lloro otra vez”, prosigue la melodía. Porque, aunque nunca nos hemos ido, es lo primero que pensamos cada día que amanece. Cuando nos levantamos, con el primer café de la mañana, es lo que hacemos. Ver las noticias que han puesto en la edición digital, para en otro momento de la mañana tocar papel, que es donde verdaderamente disfrutamos y analizamos los acontecimientos, y de ahí a escribir. Por eso, aún después de algunos años, siempre volvemos. Porque la próxima columna siempre es la primera. Porque las anteriores han pasado y tan sólo son un número en el estante de mi recuerdo, y tal vez en el de alguien más. Esa es mi humilde esperanza, que lo que aquí contamos sirva para entretener y suscitar la reflexión del lector. Quizás también su memoria. Creo sinceramente que esa es nuestra labor, la de los opinadores. No sentar cátedra con nuestras ideas y opiniones, ni contar lo primero que se nos venga a la cabeza -aunque algunas veces lo parezca- sino contar lo que pensamos de las cosas según nuestro leal y humilde saber y entender. Y con esa libertad a la que hemos hecho referencia seguiremos haciéndolo mientras tengamos salud y un teclado donde escribir, esperando a volver cada día que puedan publicarnos, confiando que sean muchos más, y estar aquí dentro de otros diez, e incluso veinte años, cuando esta edición los cumpla y las nieves del tiempo sigan caneando nuestras sienes,  “bajo el burlón mirar de las estrellas que con indiferencia hoy me ven volver”. (Carlos Gardel).