sábado, 30 de enero de 2010

TRENES, AVIONES Y BARCOS


Para que vean los de afuera que en este pueblo somos modernos. Ahora que parece que, por fin, vamos a tener Metro, dicho con más propiedad “Suburbano”, vamos a ir mucho más allá y, con el tiempo y una caña, dispondremos de un avión cedido por el ejército del aire al Círculo Aeronáutico Jesús Fernández Duro de La Felguera. Como no tienen cochera dónde metélu y tampoco lu van a dejar aparcáu en cualquier sitiu, estos del Círculo hablaron con la Alcaldesa y, por lo que se ve, acordaron ponélu en una glorieta del futuru nuevu Boulevar sobre el soterramiento de FEVE. No paguen y de pasu adorna. Resulta que no tenemos donde aparcar nuestros coches ni pagando y ahora van a destinar más de 150 metros cuadrados de espacio público para poner un avión que no vuela. Porque el Mirage F-1 esi, mide 15,30 metros de largo por 8,40 de ancho y, claro, pa aparcálu necesítase una glorieta que, por lo menos, mida 16 metros de diámetro. Mucha glorieta nos parez esa, vamos digo yo. Pero bueno, como doctores tiene la Santa Madre Iglesia, estos señores del Círculo Aeronáutico y la señora Alcaldesa -que de esto saben más que Duke y yo- estarán preparaos y sabrán lo que hacen con el dichosu avión. Porque ye que tampoco van a daílu a la Policía Municipal pa que apatrulle la ciudad, no creo yo que tengan ningún agente con gorra de platu que disponga del carné pa pilotar un parato así.

De manera que el día en que se inaugure el soterramiento, el boulevar, la glorieta, y se traiga el avión pa ponélu en élla, esti publu va a ser un espectáculo de la hostia. Solo el trailer que tienen que usar va a tener más ruedes que la casa Michelín en stok. A no ser que lu manden desmontáu, como en los fascículos. Lo que pasa ye que, después, ¿quién lu monta? No creo que sean los del Ayuntamientu porque, no saben hacer un parque, ¿van a saber montar un Mirage? Así que tendrán que armálu los del Círculo con ayuda de algún mecánicu de por aquí. Esperemos que nos yos sobren pieces.

Esti mundo avanza que ye un primor, y Langreo con él. Cuando aún no hace muchos años se inauguraba en La Felguera el monumento al ilustre dibujante Alfonso Iglesias (del que estos días se conmemoran los cien años de su nacimiento) obra del artista felguerino Iglesias -también- Luelmo y conocido como “El Madreñogiro” que el ingenio de Alfonso hizo consistir en una simbiosis entre una madreña y un autogiro; cuando esta obra es de las más características de nuestra ciudad, por original, decorativa y visitada, ahora (d.m.) llega el avión esi que va a concitar les miraes y visites de to les gentes de aquí y de fuera, en perjuiciu de lo nuestro. El problema va a ser que no va a poder vése desde el tren porque, claro, va a ir por bajo, que ye por donde tienen que ir los trenes.

A nosotros no nos parece mal la idea. Qué va. De hecho creo que hemos dado con el filón para resucitar esta cuenca, siempre basándonos en el “I + D + i”, que es lo que se lleva ahora. Museos y monumentos, y cuanto mas grandes mejor, eso es. Pero también instalaciones deportivas como un Centro Hípico o un Campo de Golf, ¿por qué no? Y ahora que lo pensamos, debería de constituirse también un Club Náutico e ir haciendo gestiones con algún almirante amigu de la Armada Española para ver si tienen algún portaaviones o alguna fragata en excedencia y nos la ceden. Con el precedente ya creado, hablaríamos con Esther para que gestione con la Confederación Hidrográfica la construcción de un malecón pa amarrarlu en el Nalón a su paso por Sama o Lada.. Y si no, ponémoslu en otra glorieta. Por glorietes que no quede. Además podíemos matar dos pájaros de un tiru: traemos el avión subíu en el barcu. La Chacón, que ye la baranda de esto y la que paga, seguro que nos lo agradéz ¿Que Duke ye un desmesuráu? Anda que ellos…

sábado, 23 de enero de 2010

JAQUECAS


Una mañana de hace dos semanas me levanté con un dolor de cabeza insoportable. Me molestaba el mínimo ruido. Tomé un par de analgésicos y como si nada. Así estuve hasta que, a medio día, decidí ir a ver a mi médico de cabecera. El médico de cabecera es ése que ausculta, toma la tensión y las pulsaciones, te manda abrir la boca, sacar la lengua y decir “aaaa…” mientras te introduce el palo de un polo en la boca, para al final darte unos papeles para que te saquen la sangre y volver en una semana a saber los resultados. En fin, no es que sea el médico de la cabeza –no se confundan-, sino que es ése que, diez días después de que fuiste a consultarle, cuando ve las analíticas te dice que tienes altos los triglicéridos, las transaminasas, el colesterol, el ácido úrico, el desoxirribonucléico y la madre que lo parió. Que tienes que hacer ejercicio, ponerte a dieta de tó, dejar de fumar y de beber, y volver dentro de seis meses. Ési ye el médicu de cabecera, oiga. Total, que eso fue lo que me pasó a mí: miróme, dióme los papeles esos pa sacar la sangre y mandóme volver la próxima semana. ¿Y del dolor de cabeza qué?, le pregunté. Ya le pasará, tome aspirina y procure no alterarse. Eso va a ser estrés, me contestó. Con cara de pijo, le pregunto si eso va a verlo en la analítica. Usted hágala y ya hablaremos, sentenció.

Así lo hice y cuando, después de unos días, volví a consulta, mientras el doctor buscaba los resultados me preguntó por el dolor de cabeza. Ni me acordaba de él. Pasó en el día, le dije. Bueno, pues esto está todo bien. Tiene algo alto el azúcar, pero bien. Procure comer menos dulces. ¿Y el estrés?, le pregunto. Eso no es nada, lo que pasa es que usted piensa demasiado. Le sigo en La Nueva España. Tiene que darle muchas vueltas a la cabeza para llegar a las conclusiones que llega. Después le duele, claro. Ese Duke va a acabar con usted. De manera que relájese, salga más a pasear y piense menos. El tío me espetó todo eso sin anestesia. Pero doctor, si yo cuando paseo es cuando pienso, y escribiendo me relajo… Nada, el ejercicio es bueno para la salud física y mental. Por cierto, ¿cómo no escribe un día sobre lo de las jubilaciones forzadas…? y bla, bla, bla… Me tuvo allí más de media hora contándome sus problemas y los de sus colegas de profesión. De nuevo, comenzó a dolerme la cabeza.

Fue en ese preciso instante cuando me di cuenta de que mis eventuales jaquecas provenían de soportar las palizas de ciertos personajes que de vez en cuando te dan un mitin, y de que Duke no tiene nada que ver con mis dolores. Y así es, no tengo nada que ver con el estrés. Lo que pasa es que, en ocasiones, uno tiene que escuchar pacientemente peroratas y milongas interminables que ni te van ni te vienen -es más, no te importan un carajo- , que si el reuma, la hija y el yerno, que si la hipoteca, que si ZP y RJ, las pensiones la caleya del pueblu y la música en Pravia, y todo eso lo aguantas por cortesía hacia el conferenciante que, dicho sea de paso, no tiene la misma reciprocidad para contigo. Después alguno te dice que a lo mejor te está aburriendo. Y tú contestas, que va, sigue, sigue…, estoy interesadísimo en saber cómo termina lo tuyo con el Ayuntamiento, cuando tienes a alguien esperándote o lo que quieres es estar solo con Duke y pasar de historias para no dormir.

Es por eso que prefiero contar mis cosas por escrito, porque quienes me leen no lo hacen por cortesía. Si llega un momento en que les doy la vara, pasan página y se ponen a leer a Millás -que, además de tener el Planeta, ye como más cool (que diz la Lomana)-, y punto pelota. Por ello estoy convencido de que Duke no provoca dolores de cabeza a nadie. Salvo a mí, según la prescripción facultativa de mi querido “doctor Mateo” que, todavía ayer, me llamó por teléfono para recordarme lo del artículo de marras. ¡No te jode, con los médicos de cabecera estos! Ya sabes, Falo.

miércoles, 20 de enero de 2010

HAITÍ, 12-E


Las desgracias siempre se ceban con los más pobres, con los repudiados por la fortuna y la justicia. Haití fue el segundo país del continente americano -después de Estados Unidos- en adquirir la independencia en 1804, y es recordada en los anales de la historia por ser el primer caso en que los esclavizados abolieron el sistema esclavista de forma autónoma y perdurable en el tiempo, sentando un precedente definitivo para el fin de la esclavitud en el mundo. Sin embargo es un país que, a lo largo de su historia, nunca ha mantenido una mínima estabilidad política. Desde la ocupación militar norteamericana entre los años 1915 y 1934 y el infausto mandato de la saga de los Duvalier (Papá Doc y Nené Doc) entre los años 57 y 86, se sucedieron innumerables presidencias, siempre terminadas por deposiciones o golpes de estado, entre los que cabe destacar el de Jean-Bertrand Aristide, depuesto y exilado en 2004. Impera la religión católica y una minoría protestante que es la más influyente del país, ambas marcadas por el vudú, de procedencia africana, que también es practicado como única religión por un sector importante de la población. En un territorio poco más de dos veces Asturias, compartido con la República Dominicana, y con una población que ronda los nueve millones de habitantes es el país más pobre del continente y uno de los más pobres del mundo. Y en esta situación de pobreza, creencias exotéricas y vaivenes políticos, les sacude la gran tragedia del terremoto acaecido el pasado día 12.

A día de hoy se desconoce la verdadera magnitud de la catástrofe. Se habla de cincuenta mil, cien mil muertos, quizás más. ¿Quién sabe?, porque con una organización administrativa donde el censo resulta dudoso e irreal es harto difícil constatar la población de Puerto Príncipe, la capital afectada por el seísmo, y cifrar el número de muertos cuando no se sabe a cuántos se está enterrando en fosas comunes, y ni siquiera lo que se hará con los que se amontonan y se pudren en las calles de la capital, cuyo número también se desconoce. Si a ello unimos los que aún permanecen bajo los escombros, los heridos que, a falta de medios sanitarios, no resistirán la situación, la hambruna que empieza ya a hacer mella en la población y a provocar saqueos y linchamientos y, por último, las eventuales epidemias que se producirán sin duda, todos concluiremos en que la situación se convierte en insoportable. Solo la ayuda internacional puede paliar las terribles consecuencias de una de las tragedias más impresionantes de los últimos años. Pero esa ayuda, que está llegando con cuentagotas, no debe de consistir únicamente en alimentos, ropas, medicinas, técnicos, sanitarios, etc. etc., que no es poco, sino que con ella debe de llegar una ayuda organizativa que administre todo ello y que confeccione y gestione la actividad tendente a la reconstrucción y gobierno del país. Por ello creemos que es necesaria la inminente convocatoria de una conferencia internacional auspiciada por Naciones Unidas de donde surjan acuerdos multilaterales para someter al país a un Protectorado. Al igual que no pueden valerse por sí mismos para hacer frente a la catástrofe y a sus terribles consecuencias, tampoco podrán gobernarse sin la ayuda internacional.

Y una cuestión importantísima. Recordando la tragedia de las Torres Gemelas de Nueva York, todos hemos podido observar que en los reportajes del suceso que nos sirvieron todos los medios, en ningún momento, se ha ofrecido el suceso en toda su magnitud porque las imágenes de los muertos fueron censuradas, secuestradas o, en cualquier caso, evitadas. A nadie de los que sobrevivieron, ni a los que fueron espectadores, gustaría ver en las televisiones los cadáveres de algún familiar, conocido o compatriota, arrastrados por una pala o amontonados en la calle. Los muertos haitianos tienen la misma dignidad, y así deberían de ser tratados. Por favor, no alimenten el morbo y eviten esas dantescas imágenes.

sábado, 16 de enero de 2010

YA ESCAMPARÁ


Sorprendido e incrédulo me entero de que el equipo de gobierno del Ayuntamiento de Langreo reconoce que el temporal del pasado fin de semana “desbordó el operativo” y de que “a pesar del trabajo realizado, el resultado no ha sido el esperado por la ciudadanía”. Nos sentimos sorprendidos porque, de ningún modo, esperábamos una respuesta de estas características ante la crítica ciudadana. Los políticos no acostumbran a reconocer más que sus pretendidos logros y hazañas. De todas formas ese reconocimiento tiene truco. Si se han utilizado todos los medios técnicos, materiales y humanos disponibles, como afirman, nada habría que objetar a la actuación municipal. Se habría hecho todo lo posible, y punto. Pero es que no nos creemos que se haya hecho todo lo posible, sino todo lo contrario: no se ha hecho absolutamente nada. Durante los días en que el temporal arreció con mayor crudeza que fueron viernes, sábado y domingo no se vio en las calles de Langreo operativo alguno que facilitara la circulación de vehículos o, cuanto menos, de personas, abriendo sendas peatonales que facilitaran un mínimo tránsito ciudadano, aminorando de esta forma las posibilidades de caídas. Dicen haber agotado cincuenta toneladas de sal que tenían en sus depósitos y cuatro más que pudieron conseguir y echaron durante la jornada del lunes. Lo único que hemos visto de todo lo que dicen que hicieron fue a dos operarios echando sal a puñados en el puente entre Sama y La Felguera, poco más arriba del cuartel de la Guardia Civil, y eso ha quedado testimoniado en una fotografía publicada por LNE el pasado domingo.

Por otro lado hay que tener en cuenta que de poco sirve la sal cuando la nieve ya se ha congelado, y esto ya tuvo lugar en la madrugada del domingo. La sal es un medio de prevención y no un remedio contra el hielo. Sus propiedades consisten en trasmitir un punto de congelación más bajo a la nieve, evitando de esta forma que se convierta en hielo. En cualquier caso nos gustaría saber dónde han echado esos cincuenta y cuatro mil kilos de sal porque en el casco urbano del distrito de Sama nada hemos visto, ni nosotros, ni muchas personas a las que hemos consultado. Lo mismo parece ser que se observó, mejor dicho no se vio, en el resto de distritos del concejo. Ni en zona urbana, ni en zona rural. La presencia del personal municipal de obras, limpieza, parques y jardines, policía local, así como los voluntarios de Protección Civil también pasó desapercibida para la ciudadanía langreana. Me gustaría que alguien de ese equipo de gobierno explicara a los ciudadanos el quién, el cómo y el cuándo de eso que afirman. Cuando lo normal en situaciones de estas características es disponer de Planes de Emergencia y, en consecuencia, crear unos retenes permanentes de personal para combatir los efectos del temporal, lo que se ha hecho aquí y, por lo que se vio, en gran parte de Asturias fue esperar a que escampara. Y cuando escampó todo estaba cubierto de hielo y poco o nada podía hacerse, salvo tirar de pala y arrascar.

No sirve ahora, a toro pasado, reivindicar un “Protocolo” para actuar en el Valle en casos como el que acabamos de sufrir porque seguramente no volverá a nevar de esta forma hasta pasados quince o veinte años. El calentamiento global no perdona y los protocolos quedan muy bonitos sobre el papel, pero a la hora de la verdad lo que se necesitan son medios materiales y humanos, y sobre todo voluntad y diligencia para manejarlos con criterio y eficacia. Esa voluntad es la que ha faltado en esta ocasión en la que todos los operarios municipales debieron de haber sido llamados y preparados para actuar en el momento en que fueran requeridos para ello. Pero, claro, era fin de semana y con el frío que hacía se estaba mejor tomando un caldín en casa o en el bar. Eso sí, con curruscos y una pizca de sal.

martes, 12 de enero de 2010

SAL (si puedes)


Si preguntáramos al menos informado de los españoles cuál ha sido la noticia más importante del pasado fin de semana, sin dudarlo ni un segundo, nos diría que la nieve. Con mucha probabilidad pensarían lo mismo la gran mayoría de los ciudadanos de este país. Y no es de extrañar puesto que todos los medios de comunicación han dedicado sus portadas y el grueso de su información al reporte gráfico y escrito del crudo temporal que hemos sufrido estos últimos días. La verdad es que, en esta ocasión, los partes meteorológicos han acertado de lleno. Han previsto muchos grados bajo cero y los hemos tenido. La DGT ha recomendado no salir a la carretera si no era estrictamente necesario y los españolitos no hemos hecho ni puñetero caso, de forma que el domingo, a la hora del telediario de la noche, las cámaras fijas nos ofrecían grandes atascos y caravanas en las entradas de las capitales, mientras nevaba abundantemente. En una de ellas podía observarse cómo un trailer había hecho la tijera y quedaba atravesado en mitad de la autopista A6, con el remolque apuntando a Madrid y la cabina mirando a La Coruña. También hemos tenido noticia del fallecimiento en Bilbao de un hombre de 57 años por una mala caída cuando se disponía a limpiar su cochera y de tres montañeros en Huesca que habían salido ha practicar su deporte, con la que estaba cayendo. El caso es que el sábado y domingo pasados no solo nevó en la tele y en los periódicos, sino que lo hizo en casi toda Europa, y hasta en Córdoba -la sartén de España- hubo de suspenderse un partido de liga por falta de hierba

Los paisajes nevados son muy bonitos desde detrás de una ventana y al calor del hogar, pero cuando tienes que salir a la calle por obligación la nieve se convierte en un infierno porque cuando se pisa o cuando se congela, o cuando suceden las dos cosas. es más peligrosa que un indio detrás de un árbol. El caso es que el domingo, nada más poner mis pies en la calle -ciertamente con muchísimo cuidado- para ir en busca del pan y LNE, me cruzo con algún vecino que, ya temprano, me asegura que “no hay derecho a que la nieve se haya helado y, desde el Ayuntamiento, no se haya puesto remedio a ello”. “Sal, es lo que habrían tenido que echar anoche, porque es que no se puede salir a la calle so pena de que rompas un cadril”. “Esto tienes que escribirlo”, concluyen los protestantes de la vecindad. Da igual que haya dicho por activa y pasiva en muchas ocasiones que Duke no es buzón de protestas y sugerencias, es lo mismo. La gente se dirige a nosotros convencida de que somos la solución del mal estado de una carretera, del temporal o de sus particulares e interesadas reivindicaciones.

Que no valga como precedente, pero otra cosa es lo que le sucedió a mi amiga Fer que, aún habiendo observado todas las precauciones habidas y por haber, se fue de culo contra la acera en pleno centro de Sama, necesitando para levantarse y recobrar la verticalidad de la ayuda de una brigada de altruistas vecinos. Eso sí que no, señora Alcaldesa, con el “cucu” de mi amiga no se especula. En ese preciso lugar habría que haber echado veinte kilos de sal, cuanto menos. Aunque para ello se hubiera necesitado dejar un retén de trabajadores municipales que estuvieran pendientes de su eventual salida a la calle. Media hora después del siniestro, y con el cucu dolorido, mi querida Fer me contó lo acontecido con la negligencia municipal y las secuelas que guardaban sus venerables posaderas. Esto es lo que hay. Alguien se ha llevado la sal para hacer sardinas o besugo, o para conservar toda la cosecha bacaladera del año, pero en Langreo no han echado más que para una ensalada. No es de recibo que esto lo tenga que pagar el culo de Fer y las piernas, caderas, brazos y demás apéndices de los peatones de Langreo. Si no hay sal, no se sale. Pero si la hay, a ver quién se la llevó o quiénes no la echaron. El trasero de mi comadre merece todos los respetos.

sábado, 9 de enero de 2010

CONSEJO DE SABIOS


Los Reyes Magos han traído al Presidente un juguete para que se entretenga los próximos seis meses. Es la presidencia de la Unión Europea y tiene marchamo de la €E, es decir que está testado, bendecido por sus miembros y con todas las de la Ley. Y don Zetapero está que no cabe en sus mismas carnes de gozo y autosatisfacción. Se lo había dicho a su paje “Pajín” hace unos meses: Anúnciame, que ahora que mi amigo Obama manda en los Estados Unidos de América -en todos-, es el momento de que yo desembarque desde el espacio estratosférico en los Estados Unidos de Europa -menos en uno- y les ponga a todos a pensar. Se van a enterar en Europa de lo que es el talante. Y lo primero que se le ha ocurrido al ilustre galáctico ha sido crear un “Consejo de Sabios” para hacerlo todo dabuten, o que te cagas, vamos. Hasta aquí todo bien pensado, porque cuando uno no sabe, y sus ideas e inventos no funcionan, nunca está de más rodearse de alguien o álguienes que sí sepan de qué va la vaina para, nunca mejor dicho, poner una “pica en Flandes” y dejar a los europeos acojonados con lo de aquí. Pero el caso es que, este iluminado del País de Nunca Jamás, ha pensado que los que más saben de esto son: primero, aquél que nos llevó a la tasa más alta de paro de la historia (próxima a la actual); segundo, ése que, hace unos meses, no estando de acuerdo con las directrices económicas de su jefe o no sabiendo cómo desembarazarse del marrón, o ambas cosas a la vez, dejó de ser diputado y se fue honorablemente; y aquélla que le sustituyó y ha estado empeñada en que dejemos de fumar, y parece que lo va a conseguir. Y el caso es que estos tres (Felipe González, Pedro Solbes y Elena Salgado), con sus respectivos antecedentes, no han sabido sanear y limpiar su casa y ahora, bajo los auspicios del gran prestidigitador, van a limpiar la casa de todos los europeos. También ha intentado acercar a Joaquín Almunia, su mosca cojonera, pero el Comisario en sus trece y “erre que erre”. “Mira que te llevo avisando dos años, y tú ni caso; no pensarás que ahora me voy a volver talantoso”, le ha debido de contestar. De lo que no tengo ni la mínima pajolera idea es de lo qué pinta el “Ex”, Jacks Delors, en toda esta historia. Supongo que será el toque exótico.

Zetapero sueña, como todos soñamos. Sueña con un país y una Europa (ahora) de las Maravillas. Despierta, pero sigue en su ensoñación, y cree que su talante, su beatífica y perpetua sonrisa, sus grandes ideas y sus novedosos inventos serán la panacea para todo el país, Europa y el mundo mundial. No se cree, ni por asomo, los resultados de sus brillantes “pajas mentales” (ya tenía que decirlo, disculpen) y sigue insistiendo, cuando todo indica que somos el culo de Europa y que, de seguir así, terminaremos por ser el culo del mundo. Con los mismos esquemas que viene empleando hace seis años, está convencido de que sacará a Europa del “problema”, cuando Europa ya está saliendo de él y a España le crecen, hasta los enanos. La gran cuestión está en que esta Presidencia no se la ha ganado por su talante ni por su valía, sino que le viene por turno y, al margen, de que a los españoles nos va a costar un huevo -o los dos-, nos imaginamos que los ciudadanos de la UE estarán rogando a dios, o a quien sea, para que esto pase pronto. Pero el mayor problema -ya se lo he anunciado hace meses- va a ser que, a partir de ahora, el Presidente estará en Bruselas, o en Chipre, en La Valetta o en Pola del Tordillo, y en este país de nuestras entretelas nos iremos todos a tomar por saco.

Cuando yo tenía veinte años, mis amigos y convecinos me nombraron Presidente de una Peña. Anuncié, proclamé y, sobre todo, soñé con un gran centro social, unas fiestas para morirse, una economía boyante y saneada… Al final solo conseguí organizar un campeonato de banzones, y menos mal que tenía las canicas. Éste no tiene ni sabios, ni canicas. ¡Pa moríse! Duke cree que va siendo hora de que deje paso a otro que, aunque también sea iluminado, cuanto menos, tenga más luces.

miércoles, 6 de enero de 2010

DÍA DE MAGIA E ILUSIÓN


Ya estamos aquí una vez más ¿y ustedes?, ¿siguen ahí? Como decíamos el año pasado esto de la “Navidá”, de la “Felicidá” y de la “Prosperidá” (he prescindido de la “d” para seguir la moda de Langreo) es la bomba. Desde aquel martes, 22 de diciembre -día de la salú- no hacemos más que celebrar y desear, con, para y por la familia y el prójimo. Han pasado quince días hasta hoy, y ya no sé si es martes, jueves o domingo, si vivo aquí o en Pola del Tordillo y si lo que hoy toca celebrar es el advenimento de Jesús, el fin del maléfico 2009 o les Comadres de la Pola. Les decía por entonces que aún no habían empezado las fiestas y ya tenía ganas de que terminaran. Y no les mentía. Pero aún nos queda una día de magia e ilusión y, como lo que bien hecho está, bien parece, nos había quedado contarles nuestra particular carta a sus majestades los Reyes Magos de Oriente. La habíamos mandado hace un mes.

Habíamos pedido para nuestro país que es España tranquilidad política, social y económica. Porque es que nos falta el sosiego en cada uno de los tres aspectos. Ya sabemos que los unos van de la mano del otro -la coyuntura económica-, y ésta anda mal, y se prevé además que vaya a peor, si es que aún cabe, pero es que si ellos pudieran hacer que nuestros representantes políticos dejasen a un lado discordias, desavenencias y rifi-rafes, seguro que nos iría mejor. Mucho mejor, diríamos. Para nuestro Premier y para el Jefe de la Opo les rogué que hagan que, de una vez por todas, les salgan las muelas del juicio, y, si no tienen sitio, que les operen por vía de urgencia, porque de “buen juicio” es de lo que estamos menos sobrados, aquí en este país. Para ellos mismos y muchos de los políticos y políticas que pululan, trepan y languidecen por esta tierra de Don Quijote pedí a sus graciosas Majestades que traigan montones de humildad y de sentido cívico común, virtudes desconocidas para la mayoría de ellos. De todas formas si sus majestades vieran que esto que les pido es un imposible, descuiden porque ya habrá visto que su Colega El Rey de Esto, les ha pedido lo mismo y como si lloviera. En fin, ¿por qué no nos echan un cable en este aspecto?

Para Langreo, mi ciudad, pedí que dejen una pequeña muestra de lo de antes, y además insistí en que hagan por que se acaben los trasnochados localismos y las apreciaciones de agravios comparativos en absolutamente todo lo que se hace en un lugar u otro. De igual modo solicité planificación y buen criterio a la hora de hacer las cosas, más participación ciudadana en los asuntos públicos y menos protagonismos partidistas o grupales. Y clamé por tres cosas en concreto, una a cada uno de sus egregias majestades. La primera es que se den el dinamismo que no tiene a la Pinacoteca Municipal, revitalizando las actividades que tiene y promoviendo nuevas ideas, donde bien pueden participar los escolares y resto de estudiantes del concejo, porque si a esa instalación no se le da un nuevo impulso, mejor cerrarla y dedicarla a otros menesteres más productivos. La segunda, es una limpieza más concienzuda y menos discriminada de nuestras calles; todas deberían de estar como la Plaza del Ayuntamiento, cuanto menos. Y la última, no por ello menos importante, es cercanía de los munícipes hacia los administrados, ciudadanos que les han elegido y puesto donde están.

Y en este mágico día de Reyes, para Duke y para mí no he pedido más que ganas e ideas para seguir escribiendo, aunque mejor o peor y con mayor o menor acierto, pero pedimos a sus augustas realezas que nos den el criterio para seguir haciéndolo como hasta ahora, libre e independientemente de lo que algunos quieren y, en muchas ocasiones, nos piden que hagamos. ¡Ah!, les he dicho que desenvolveré todo ello antes de volver a escribirles el próximo año y que confío en que se cumplan nuestros deseos.

lunes, 4 de enero de 2010

EN EL RECUERDO: Canor, entre amigos


Conocí a Nicanor Sanchez cuando yo era aún muy niño, como sus hijos con los que compartí juegos y aventuras. Siempre me llamó la atención su porte y su elegancia, pero solo me traté con él de saludo. Nunca llegué a conocer cómo era, aunque siempre me sorprendió su enorme popularidad. Rodeados de un montón de fotografías de todas las épocas, me encuentro con sus tres hijos y con algunos de sus buenos amigos en el Sancta Sanctorum de sus tertulias que es Casa Cordeles en Lada. Hemos quedado allí para hablar sobre su figura. Fue a la escuela hasta los catorce años. Estaba preparado conforme a la época en que le tocó vivir, y trabajó en Duro Felguera, primero en Montaje y luego en Construcción. Tuvo una vida intensa, plagada de anécdotas y, siempre, rodeado de amigos que le quisieron y, ahora, le echan de menos. Se nos fue hace un mes, cuando tan solo le faltaba un día para cumplir 82 años
Entre recuerdos que traen sus tres hijos, vemos una foto donde está acompañado de Rebordieres y surge la primera anécdota de la noche. Cuenta Ramiro que, estando en Laviana, pregunta a un taxista cuánto le cobra por bajarle a La Felguera. El hombre le dice que mil quinientas pesetas. ¿Y por la maleta?, vuelve a preguntar. No hombre, por la maleta nada. Entonces déjamela en Casa Olivo que yo bajo en el Carbonero, replicó.

Cuando se inauguró el ambulatorio de Lada, Cavero leyó unas cuartillas y dijo que al Centro sanitario se le ponía el nombre de Modesto Fdez. Bayón, entre otras cosas, por los desvelos y las noches que había pasado en blanco… Y en esto intervino uno que dijo: ”No hay derecho. Pasó muches más Canor y no-y dan nada.

LA ELEGANCIA. Si algo distinguía a Canor era su preocupación por la imagen. Refiere su hijo pequeño (Canor como su padre) que cuando le ingresaron en Villa, ahora hace un año, dejaron a su familia entrar a verle a la UCI y le encontraron preocupadísimo porque cuando te desnudan en Urgencias te dan una bolsa de plástico para la ropa. Las enfermeras adivinaron que yo era su hijo y se dirigieron a mí en busca de ayuda. Él estaba diciendo: “Pero, qué hospital ye esti que no tienen ni perches”. José Antonio Riera toma la palabra: Eso ya ocurría cuando éramos pequeños. Dentro de la situación que atravesábamos todos, recién terminada la guerra, con unos atuendos de lo más humilde, él era lo contrario. Canor era elegante física y socialmente. Un ejemplo claro es que ya formaba parte de la escuadra de gastadores en las organizaciones juveniles. Ese estilo lo llevó cuando estuvo en la mili. Fue Gastador en el regimiento que le tocó en Guadalajara. Media Tino Cordeles, pero bueno, ¿vosotros conocéis a alguien que haya servido en Guadalajara?, solo Canor. Y todos se ríen con la ocurrencia. Los pañuelos de la chaqueta los colocaba con una cuchara y los planchaba él mismo, al igual que los pantalones. No podía hacerlo otra persona, nadie sabía planchar, dice su hijo Luis. Y era igual que nevase o lloviese, Canor siempre traía limpios los zapatos, concluye Ramiro.

LA AMISTAD. Tenía una gran virtud que era “Ser amigo”, dice Riera. Convivimos toda la vida y lo puedo asegurar. Pero esto no ocurría solo en el reducido círculo de Lada. Él tenía amigos en todos los sitios, siendo indiferente la extracción social o los estudios de las personas que a él se acercaban. Tenía relación con todo el mundo…, con médicos, ingenieros, curas…, pero nunca dejaba a un amigo en la estacada.Y sabía estar. Creo que Canor era muy inteligente, porque además, cuando estaba con gente que él consideraba de una medida intelectual mayor a la de él, sabía callar y era muy respetuoso con lo que decían. No era un bocazas de estos de chigre. Era listo y sabía estar en todo momento. Y como todo el mundo lo quería, un día que celebraban la patrona de los médicos, le invitaron a ir. Al principio fue reacio y se resistió a ir, -decía, ¿qué coño voy a hacer yo ahí, si sois todos médicos?- pero, al final, asistió. Era en Manacor y los médicos de aquí (lo conocían todos) estaban muy a gusto con él. Estaban charlado y tomando un vasu y en esto se acercó un médico de fuera y le preguntó a Canor dónde estaba de médico. No, no, dijo Canor, yo no estoy de médicu en ningún lao, yo soy el Brujo de Santander. Era éste un curandero de mucha fama, la gente iba a curarse allí, relata Riera. Y se armó un cachondeo de consideración.

POLÍTICAMENTE CORRECTO. Con referencia a la política o a la religión, Canor nunca se manifestó. Ni a favor, ni en contra. En una ocasión tuve un fuerte dolor en un hombro, cuenta Riera. Celestino el médicu me dijo que allí había una acumulación de nervios y que aquel dolor errático podía ser debido a un esfuerzo. Un día encontré a Canor en Sama y le conté lo de mi dolor y que Tino me había dicho que no me preocupara. Y Canor me dice, ¿por qué te vas a preocupar de eso?, esi dolor que tienes ye de haber cantáo tanto el “Cara al sol”. Esto fue hace cuatro días. Canor era agudo y ocurrente. Y, como en todo, era una persona normalísima. Le gustaba la “charanga” como a cualquiera, como a todos nosotros.

CUALQUIER TIEMPO PASADO FUE MEJOR. No era hombre de elegías, era normal en todos los aspectos. Vivía cada momento sin echar de menos el pasado, agotándolos y disfrutando de ellos. Se acordaba del pasado, como todos, pero sin añoranzas. Sabía que todos tenemos un principio y un fin, un alfa y un omega. Era práctico y natural.

SUS AFICIONES. Le gustaba el deporte, lo normal. Una vez fue el Racing a jugar a Trubia. Fue con Cordeles (éste asiente e interrumpe a Riera). Aplaudía a los dos equipos sin saber cuál era el nuestro. Cada vez que metía un gol el Trubia aplaudía, y yo le decía pero Canor si esos no son nuestros. Su hijo pequeño cuenta que le gustaban mucho el Tute y las películas de vaqueros, sin importarle actores o directores. Disfrutaba igual con Gary Cooper que con otros actores desconocidos.

SIBARITA. Con su grupo de amigos -más de una docena- iba a comer una vez al mes y siempre era él quien elegía el vino, según cuenta Riera. “Tenía un picu muy finu”, era un “sumiller”, un verdadero sibarita. También dicen que tratándose de pescados era imposible engañarle, nadie podía darle gato por liebre, o congelado por freso.

LAS FORMAS. Canor tenía chispa. Le adornaba el don de la simpatía para contar las cosas, una gracia natural que hacía feliz a todos los que estaban a su alrededor. Cualquier anécdota del trabajo, la calle, el baile…la relataba con una gracia tremenda. Canor sabía usar muy bien ese gracejo que tenemos los asturianos. “Sembraba en to’les huertes”, me dice Dimás Quirós unos días más tarde.

LAS DEFINICIONES. Riera lo conceptúa como “un amigo íntegro”. Ramiro como “un dandy”, no hubiera sido más natural de lo que era si hubiera tenido mucho dinero, explica. Cordeles le define como “una gran persona” y como “un Don” para él.

LOS ZAPATOS DEL MARQUÉS. Yo estaba en la zapatería de Velino el de Sindo, cuenta Riera, y llegó Glorita -la esposa de Canor- y dijo oye Velino, los zapatos del Marqués –así definió a su marido-, diz que tienen que estar pa hoy por la tarde. Velino aparta los zapatos que estaba arreglando y dijo, “el Marqués el primeru”, y púsose a arreglar los zapatos de Canor. No podía ser de otra manera.

Y hablando de Gloria -su mujer, fallecida hace veintidós años- Ramiro sentencia que si Canor merece todas las medallas, no menos mereció Gloria por todos los desvelos que tuvo para con él. Todos los allí presentes se muestran conformes con la observación.

Me voy de casa Cordeles con una grata sensación: haber experimentado la vida de Canor desde su propia piel y la de sus mejores amigos, así como la de su familia, y también con el gusto de haber descubierto a un verdadero caballero, amable, cordial, amigo de sus amigos y, desde luego, una persona muy querida y por todos añorada. ¿Quién da más?

A sus hijos Luis, Maria Jesús y Canor Jr., y a sus amigos José Antonio Riera, Ramiro González y Tino Cordeles, así como a los que no estuvieron esa tarde pero sí me dieron referencias suyas como el doctor Celestino Alvarez o mi amigo Dimas Quirós, quiero agradecerles el haberse preocupado de documentarme histórica y gráficamente para que este perfil de Canor, que hoy ve la luz, haya sido posible. También quiero pedirles a todos disculpas por los errores o defectos de apreciación que con sus relatos haya podido cometer, si es que lo he hecho.